martes, 28 de noviembre de 2006


Dime porque tendría que esperar hasta mañana para poder decir tantas cosas que siento y que son ahora los que me conmueven a llegar a ti a través de estas letras.
Hay sonidos de maravilla que llenan espacios sin par, esta noche no estas aquí y ya no se como extender mas la añoranza y el extrañar hasta tu respirar.
Siempre hay un nuevo amanecer, pero no es lo mismo tener que pasar otro día sin ti.
Yo que pensé que el amor es para siempre. Como decir “Siempre”. Si nada asegura un siempre. Hay muchas razones que nos dicen a veces lo contrario a nuestros deseos e intenciones. Como engañar a esas razones. Como pasar el tiempo más rápido para que nos cure.
Que raro es no tomar el mismo camino a tu casa, y más raro aun que ahora todo lo que veo me lleva al mismo lugar tu calle. Siento que el círculo me alcanza nuevamente, como llevarme esos sonidos en mi corazón para que me movieran a atropellar a la inmensa lógica del desamor.
Definitivamente es un lugar vacío el que queda cada vez que me levanto, pero no es un vacío sin fondo, sino es un vacío que alcanza a llenarse con el dolor de la invisibilidad de lo más puro y pasional del amor, un corazón aguerrido por las dudas de amor.
Me siento desaparecer en la extrañeza de tu voz, como si quisiera olvidarla pero es imposible al llamado de cada extraña que se acerca delante de mí. Como avanzar en un camino inexplorado y oscuro sin caerse y llorar.
Si mis lágrimas me dieran explicación, me dialogarían que solo es la respuesta de un trémulo pasaje al mundo de la soledad y desazón, al más inesperado camino de la interrogación de que no exista ya la pasión y el amor.

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